Ensaya la cara que vas a poner cuando me veas pasar y sepas que ésa será la última vez.
Ensaya lo que te vayas a inventar para salvar el diente que te queda.
La distancia que separa dos universos, se acorta y agota el tiempo como se agotan las excusas y, con ése cerebro que ya no usas, tendrás que exprimirte los sesos de nuevo, ser muy creativo y dar voz al títere en el que te has convertido.
Todo lacayo busca consuelo en su pelo.
Cuidado con los enredos.
Vuelve a pensar en mí cada vez que caiga un vaso al suelo y se esparzan los cristales por todas partes.
Cada vez que abra la boca y tiemblen los diccionarios, cada vez que se vuelva loca y te preguntes si tendrán razón los que aseguran que cambiaste, a peor, entonces serás más verdad que nunca y tal vez te devuelvan la corona.
Cuando te canses de la sumisión, te deshagas del yugo que llevas al cuello y ya no te baste con su pelo, muerde fuerte los nudillos de todos tus dedos.
Arranca los recuerdos de un tirón y escúpeme por una buena causa.
Recuerda que una vez fuiste mis domingos de resaca pero aquí sólo hay agua y ya no escuece.
Ensaya la cara que vas a poner cuando sepas de quién se ríe el mundo.
Tú que te burlabas del fruto del amor de los demás, ahí va el segundo y que me parta un rayo en dos si miento cuando digo, que hay lenguas de cemento que fueron testigo.
Ensaya qué vas a decir ahora que me la trae al pairo y puedo sobrevolar océanos y continentes.
Si supieras hacia dónde guiaste mis pasos sin querer…
Tal vez algún día tenga que agradecer todos los botes de mercromina que gasté para curar mi ventrículo izquierdo.
agosto 25, 2016 at 5:53 pm
¡Hola! Te he nominado para un reto, espero que lo disfrutes 🙂 https://tintadedos.wordpress.com/2016/08/25/reto-tres-frases-dia-1/
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